25 jun 2008

Otavalo: Lleno de cultura y hermosos paisajes

Por: María José Casco

Crónica
La cascada de Peguche, el lago San Pablo y sus artesanías son algunos de los lugares turísticos de la zona. Desde las afueras del camino a la cascada de Peguche, un aroma caliente invita a los turistas a quedarse en la entrada. La fritada con papas, choclo y tostado provocan al paso preguntar sus precios. “Vale un dólar” responde María Cuarango mientras pone más leña al fuego y remueve la fritada con una cuchara de palo. Los turistas, que degustan está comida, lo acompañan con ají de pepa preparado en piedra de moler. Junto a ella le rodean otros puestos. El de las artesanías: collares, aretes, anillos; de textiles: bufandas, gorras, sacos de lana; y el de las pinturas: paisajes de volcanes, llanos y lagos que cobijan a Otavalo. Estos productos son vistos también todos los domingos en el mercado de la plaza del Poncho; y los sábados el comercio local abre sus puertas a la venta del ganado y productos cultivables.

Otavalo, ciudad situada en la provincia de Imbabura tiene un clima tropical. Sus volcanes, y paramos fríos sostienen a la ganadería y al cultivo del trigo, maíz, patata, cebada... El camino a la cascada de Peguche continúa a través de una gran vegetación. Hay espacios para acampar, jugar y mirar el paisaje. El sonido de las aves se mezcla con el rechinar de la cascada, y la ruta termina pasando un puente de madera. Muchos turistas se arriesgan a entrar al interior de la cascada para bañarse o simplemente para jugar con el agua. El ambiente es distinto en el lago San Pablo, a media hora de viaje en bus desde Peguche, sus aguas tienen una brisa relajada. Existen varias entradas para llegar a sus aguas. Entradas cuidadas por los mismos dueños de los centros turísticos, y otras, descuidados por la misma comunidad. A 50 metros, de las Cabañas del lago San Pablo, el lago tiene una entrada diferente. En el camino dos terrenos acomodan al ganado de terneros; y cerca al lago: borregos, chanchos y vacas pasean por el sector dejando sus desechos. Seis piedras de lavar y un canal de aguas servidas provenientes de las mismas casas del sector rodean al lago. Sin embargo, en la Cabañas de San Pablo, lugar turístico, todos los visitantes disfrutan del paisaje, la comida y la estadía. Un paseo por bote por persona cuesta desde seis dólares en adelante durante 20 minutos.

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